Caminar es una actividad simple, de bajo costo, que requiere poco esfuerzo y preparación, para la cual sólo necesitamos un buen par de zapatillas e indumentaria adecuada, que puedes realizar solo(a) o en compañía, en la que tu cuerpo está en movimiento y no necesitas usar la mente para otra cosa más que para cuidarte de algunos riesgos en el camino; la mente estará muy despejada. Esto te permitirá tener pensamientos apacibles, lúcidos, creativos. Además, el estar en movimiento te hace relajar y disminuir los niveles de estrés. Como todos estos factores se juntan tu mente funciona de manera óptima mientras caminas. La sangre circula sin ningún problema con aire oxigenado porque estamos respirando profundamente para no perder el aliento. Es una actividad de bajo impacto y apta incluso para quienes tienen problemas articulares o un notable exceso de peso

De acuerdo con la American Pediatric Medical Association, caminar es la forma más popular de ejercicio, y millones de personas alrededor del mundo caminan regularmente. Para citar un ejemplo, aproximadamente 67 millones de hombres y mujeres estadounidenses caminan usualmente. Caminar es un buen punto de inicio para cualquiera que busque comenzar un programa de ejercicios, y es infaltable para muchos que se ejercitan frecuentemente.

Caminar te ofrece momentos valiosos para reflexionar sobre ese problema que te está restando energía y no tienes ni idea de cómo vas a resolver. Ése es el momento adecuado pues la mente tranquila procesa nuevas y mejores idea al conectarse con la infinita Sabiduría del Universo. Si bien lo recuerdas las ideas geniales y los genios, se incuban en medio de ambiente apacibles naturales.

Estamos hechos para caminar, pues es parte de nuestra naturaleza...
Si revisas y/o recuerdas, la Historia de la Humanidad relata como el hombre inició su proceso evolutivo como un nómada, es decir, un individuo en permanente movimiento, unas veces para recolectar frutos, otras para escapar de las grandes bestias, otras para buscar lugares provistos de condiciones para la supervivencia como el agua, el techo, etc. Así, la habilidad del hombre de caminar y recorrer grandes distancias hizo que los primeros seres humanos pudieran sobrevivir en el salvaje ambiente en el que vivían. Al bajar de los árboles y caminar erguidos pudieron tener las manos desocupadas para fabricar utensilios que ayudaron a su supervivencia como piedras y lanzas. Además, el hecho de moverse a lugares más adecuados, no sólo convirtieron al humano en una especie sobreviviente, sino que la llevaron con el tiempo, a ser la especie dominante de éste planeta.

Beneficios de Caminar.

  • Caminar relaja la mente, reduce el estrés y ayuda e incrementa la autoestima. Si acostumbras a caminar o decides iniciar esta actividad como parte de cambios en tu rutina de vida, notarás que esta actividad sencilla, sin mayores exigencias de estado físico y al alcance de todos, genera serenidad, tranquilidad, sosiego, paz interior, porque caminar ayuda a bajar la ansiedad y el estrés producidos por la vida diaria.

    Caminar permite la liberación de pensamientos negativos y estrés, a la vez que ayuda a superar los sentimientos de frustración. Además, la serotonina generada durante la actividad física ayuda a aumentar la sensación de calma y nos permite conciliar el sueño mejor.

    Caminar mantiene la hormona del estrés (cortisol) a raya. Sin embargo otros deportes más exigentes, como el levantamiento de pesas, correr hasta extenuarse, etc. aumentan el estrés oxidativo (producción de radicales libres, que afectan las neuronas y son responsables del envejecimiento prematuro) en el organismo. Eso no significa que sean malas actividades, sino que deben combinarse con otras que sí que reduzcan el estrés oxidativo, como caminar.
    Si alguna vez has ido a dar un paseo y te sientes más tranquilo y sereno, es porque caminar ayuda a reducir la respuesta ante eventos estresantes relacionados con la vida familiar, laboral, social, etc.. Los estudios e investigaciones confirman que el caminar beneficia el estado de ánimo por la liberación de la "hormona de la felicidad", las endorfinas.

    CCuando caminas adquieres mucha seguridad en ti mismo(a), mejoras tu propia valoración como persona, te admiras y te sientes orgulloso(a) de tener este saludable hábito, mejoras tu frecuencia vibratoria, te vuelves una persona más optimista, alegre, sociable; todo lo cual contribuye a mejorar tu autoestima y calidad de vida.
    Caminar te hace ser más feliz. Un estudio de la Universidad Estatal de California, informa que cuantos más pasos damos a lo largo del día, más felices estamos. Esto se debe a que las endorfinas que segregamos en estados de relajación y tranquilidad, que son las que nos permiten sentir felicidad, alegría y euforia.

    Caminar en medio de la Naturaleza, trae grandes beneficios. Basado en estudios realizados por la Facultad de Medicina de Brighton y Sussex, el reconocido Dr. Mercola, cita que: "Los sonidos de la naturaleza influyen en el cerebro, atenúan el instinto de lucha o huida y activan el sistema nervioso autónomo de descanso y digestión. Escuchar sonidos de la naturaleza también le ayuda a recuperarse más rápido después de una situación estresante"...
  • Mejora el sistema inmunológico. Desde el punto de vista inmunológico es conocido que los factores emocionales desempeñan un papel en ciertas enfermedades. Algunas de las hormonas segregadas en presencia de las emociones vinculadas al estrés obstaculizan o debilitan el proceso inmunitario y nos dejan más vulnerables. Así, las emociones vinculadas al estrés, como la ansiedad, la culpa, la vergüenza, la tristeza, la envidia y los celos, generan potentes hormonas que se vierten en el torrente sanguíneo e influyen en la manera de funcionar de los órganos, acelerando procesos y aminorando otros. El proceso al revés también está siendo ampliamente estudiado. Por ejemplo, que una actitud optimista, con emociones positivas de esperanza, tiene relevancia para la curación. Mediante el poder curativo de una frase repetida, del canto, de la música, los sonidos naturales (cantos de pájaros, caídas de agua, etc.), contemplación del paisaje, de la risa, de los colores y de todas las sensaciones que inciden en nuestro estado emocional de forma positiva, normalmente, los períodos de curación tienden a reducirse en el tiempo, la mejora es más significativa y muchas veces los procesos se revierten.
    Un estudio de Harvard, en el que participaron 1000 hombres y mujeres, reveló que los que caminaban padecían un 43% menos de resfriados y gripe, y si enfermaban su recuperación era muy rápida.
    El Dr. Ángel Bigas Bonamusa, experto en medicina deportiva y miembro de la Clínica del Corredor i Ciclista, explica que esto se debe a que “el ejercicio físico estimula la formación de glóbulos rojos (hematíes) y glóbulos blancos (leucocitos) que son los principales defensores de infecciones en nuestro organismo”.
  • Mejora la salud cardiovascular y la presión arterial Caminar reduce la presión arterial y mejora el sueño. Cuando caminamos con regularidad tenemos menos probabilidades de tener presión arterial alta y niveles de colesterol altos. De igual manera, disminuyen las probabilidades de ataques cardíacos y accidentes cardiovasculares. Caminar es tan necesario y vital que los cardiólogos ordenan a sus pacientes, intervenidos en operaciones de corazón, caminar mínimo durante 30 minutos diarios.
    Las mujeres que caminan varias horas al día poseen un 25% menos de posibilidades de contraer alguna complicación cardiaca que las que no lo hacen. Así lo demuestra un estudio publicado por el doctor Chi Pang Wen, al igual que otro del Journal of the American College of Cardiology, que afirma que caminar reduce el riesgo de mortalidad a causa de enfermedades del corazón. Por otro lado, la Universidad de Colorado y la Universidad de Tennessee observaron que las mujeres post menopausicas que habían caminado dos kilómetros al día durante 24 semanas disminuían su presión arterial en casi 11 puntos.
    Caminar mejora la resistencia cardiorespiratoria. Cuando te encuentres en plena actividad física, tu ritmo respiratorio aumenta, haciendo que el torrente sanguíneo fluya de una manera mucho más natural. Como consecuencia, se favorece el aumento de energía y la capacidad de recuperarnos.
    Previene los accidentes cerebrovasculares. Así lo demuestran investigaciones realizadas por la Universidad de Harvard School of Public Health, que afirman que las mujeres que caminaban 30 minutos al día redujeron el riesgo de padecer algún tipo de accidente cerebrovascular en un 20–40%. De otra parte, caminar trae beneficios en reducción de la agregación plaquetaria con lo cual se previene la formación de trombos (cuya ruptura da lugar a las trombosis, de desastrosas consecuencias).
  • Previene la diabetes tipo 2 y/o coadyuva en su tratamiento. Por todos es sabido que realizar una actividad física mejora nuestras condiciones físicas. Caminando 150 minutos semanales podrás reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2 hasta un 58%.
    En el caso de personas diabéticas, el endocrinólogo les ordena caminar diariamente para disminuir la cantidadd de azúcar en sangre, pues de esta manera queman energía mediante el gasto de azúcar. El doctor Juan Madrid, especialista en Endocrinología y Nutrición en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, España, afirma que “caminar 45 minutos diarios es lo mínimo para ayudar a controlar la diabetes”.
  • Mejora la calidad de vida y ayuda a prevenir la demencia senil (Alzheimer). Diferentes investigadores afirman que caminar mejora la calidad vida, a la vez que aumenta la esperanza de vida. Sanjay Sharma, profesor de cardiología deportiva del Hospital Universitario de St. George, señala: “El ejercicio físico consigue aumentar la esperanza de vida entre 3 y 7 años. Además, es antidepresivo, mejora la capacidad cognitiva y hay evidencias que retrasa el avance de la demencia senil”. La actividad física tiene un efecto protector sobre la función del cerebro y el ejercicio regular reduce el riesgo de demencia en un 40 por ciento. Las personas mayores que caminan seis millas o más a la semana evitan la contracción del cerebro y así preservan la memoria a medida que pasan los años.
  • Mejora nuestra capacidad pulmonar. Caminar tiene como beneficios para el Aparato Respiratorio: Incremento del volumen pulmonar · Mejora de la ventilación pulmonar · Mejora la capacidad de difusión alveolar · Incremento de la circulación pulmonar · Disminución de la frecuencia respiratoria en reposo
  • Ayuda a prevenir la osteoporosis, ya que nos permite fortalecer los huesos y mejorar la densidad ósea. Al exponernos al sol se facilita la síntesis de la Vitamina D, fundamental para la fijación del calcio en los huesos. Caminar , permite que el calcio "se siente" y "forme hueso". Una de las causas de la pérdida de densidad ósea es precisamente la falta de ejercicio como caminar.
  • Caminar ayuda también a fortalecer las articulaciones y no las maltrata como si puede ocurrir con la práctica de ciertos deportes extremos, incluso el trotar (cuando se tiene sobrepeso en particular); lo puedes hacer todos los días y de muchas maneras.
  • Caminar es uno de los mejores ejercicios para perder peso. Como todos los ejercicios cardiovasculares, caminar quema calorías. Usar esas calorías extra para mover tus piernas lleva a una pérdida de peso y a un físico más tonificado y esculpido. Hacerlo vigorosamente quema aproximadamente cuatro calorías por minuto, así que andar por media hora cinco días a la semana suman un déficit de 600 calorías; pero si tu problema es de disponibilidad de tiempo entre semana yav sea por ocupaciones de trabajo, estudio, etc., lo puedes hacer en fin de semana. Una caminata al aire libre un fin de semana te servirá además como un poderoso relajante físico, psicológico y emocional.
    Para quemar una libra de grasa corporal, necesitas un déficit calórico de 3.500 calorías. Además de caminar, puedes recortar las calorías que consumes y sumar actividad física en tu rutina diaria para crear un mayor déficit calórico sin ningún esfuerzo agregado.

    Los antojos en general suelen ser malos para las personas que tratan de bajar de peso. Ese tipo de comida suelen ser alimentos que tienden a tener muchas calorías de grasa y azúcar, por ejemplo, los chocolates, tortas y bizcochos en general. Sin embargo, resultados recientes demuestran que caminar puede reducir las ansias de comer este tipo de alimentos tanto durante la caminata como después de ella. El profesor Adrián Taylor de la Universidad de Exeter, dice que un estudio científico muestra que caminar ayuda a las personas a perder peso porque frena los antojos de alimentos azucarados.
  • Nos permite tonificar brazos, glúteos, abdominales y piernas. Caminar ayuda a construir fortaleza muscular y resistencia en tus piernas y torso, contribuyendo a la tonificación y fortalecimiento de la parte inferior y media de tu cuerpo. Varios músculos están involucrados en cada paso. Tus cuadriceps se contraen en el punto del golpe del talón para evitar que el resto de tu pie golpee el suelo muy rápidamente. Una vez que tu pie está en el suelo, tu glúteo medio y mínimo y los músculos de la corva se contraen para mantener estable tu pelvis. Los músculos paraespinales y laterales del tronco en tu sección media también se contraen para mantener tu pelvis estable en el lado opuesto mientras tu otra pierna se balancea hacia adelante. Tus abdominales y músculos de la espalda baja permanecen contraídos para mantener tu postura.
    Las caminatas sobre terrenos montañosos con leves pendientes, escalones o escaleras, fortalecerán mucho a tus glúteos y a tus piernas; mientras más irregular sea el terreno mucho más favorable será para fortalecer tus glúteos.

    Después de comenzar un programa de caminata, desearás resultados rápidos, pero la recompensa por tu trabajo duro depende del tipo de forma en la que estés cuando comiences tu rutina. Si tienes más peso que perder, te tomará más tiempo ver la tonificación deseada en tus piernas que si tienes un peso corporal ideal y deseas obtener algo de tonificación muscular. Sólo recuerda que caminar no sólo te está ayudando a verte de la forma que quieres, también está haciéndote más saludable interioriormente (mente y espíritu) y reduciendo además tu riesgo frente a muchas enfermedades.



  • José Eduardo Pedraza
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